jueves, 20 de agosto de 2009

Concilio Vaticano II: Una discusión abierta

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Mons. Gherardini

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“Concilio Vaticano II: Una discusión abierta”, de Monseñor Brunero Gherardini

Por el Hno. André Marie


Según informa la revista “The Latin Mass”, Italia ha sido testigo recientemente de la publicación de un libro sobre el Vaticano II que pronto será un éxito de ventas. Monseñor Brunero Gherardini, un renombrado teólogo de la escuela romana de 85 años de edad, ha titulado descriptivamente su obra como “Concilio Vaticano II: Una discusión abierta”. El volumen fue publicado por Casa Mariana Editrice, una editorial conectada con los Franciscanos de la Inmaculada, y ostenta un prefacio a cargo del Obispo Mario Oliveri (de la diócesis de Albenga e Imperia), y una introducción del Arzobispo Malcolm Ranjith, ex secretario de la Congregación para el Culto Divino y actual Arzobispo de Colombo y Metropolitano de la Iglesia en Sri Lanka.


El sitio web de la “Society of Scholastics”, en donde el autor del libro forma parte del Consejo de Asesores, dice que Monseñor Brunero Gherardini reside “en el Vaticano como canónigo de la Basílica de San Pedro, y es secretario de la Pontificia Academia de Teología, profesor emérito de la Universidad Pontificia Lateranense y editor de la revista Divinitas”. “Divinitas” es una respetada publicación de teología.


Alessandro Zangrando, corresponsal en Roma para “The Latin Mass”, nos da un anticipo con algunos extractos del libro, del cual dice que ya está en el escritorio del Papa, y que pronto será publicado en inglés.


Monseñor Gherardini lamenta “un ecumenismo mal encaminado, en busca de lo que nos une en lugar de lo que nos divide… Entramos en un nuevo espíritu de conciliación, de adaptación, resignación, cauteloso con las precondiciones de la gente, como si creyéramos, quizá sin admitirlo, que la verdad está de parte de ellos. Si alguien me preguntase si el modernismo finalmente entró en la misma estructura de los documentos del Concilio, al punto de que los mismos Padres estuvieran infectados por él, mi respuesta sería sí y no. No, porque el espíritu sobrenatural no está ausente del Concilio, gracias a su abierta profesión de fe en la Trinidad, en la Encarnación, en la redención universal del Verbo, junto con la profunda convicción del llamado universal a la santidad, la aceptación y la fe en el efecto santificador de los Sacramentos, su consideración particularmente elevada del culto litúrgico y eucarístico, el rol santificador de la Iglesia y una devoción teológicamente nutrida a María. Pero mi respuesta es también sí, porque pueden encontrarse ideas modernistas en varios documentos del Concilio, notablemente en Gaudium et Spes, y porque un grupo de pocos pero prominentes Padres Conciliares eran abiertamente favorables a los antiguos y a los nuevos modernistas. Ellos deseaban tener una Iglesia en peregrinación hacia la Verdad, como cualquier otro peregrino, un amigo y un aliado de todo investigador, aprobando incluso en el área de los estudios sacros, la misma metodología crítica aplicable a las demás ciencias. En breve, su Iglesia era un tipo de laboratorio de investigación, en lugar de ser una dispensadora de Verdades de lo alto”.


El libro termina pidiendo al Sumo Pontífice que “clarifique definitivamente todos los aspectos y contenidos del último Concilio. La acción de “omnia reparare” [repararlo todo] podría ser realizada por medio de un gran documento papal, que sería recordado por la historia como un signo y un testimonio del ejercicio vigilante y responsable de su ministerio como Sucesor de Pedro”.


Creo que la llegada de un libro de estas características es un acontecimiento de mayor importancia. Primero, porque su autor es un teólogo respetado y de peso, que es también un sacerdote en buena posición dentro de la Iglesia – y no un hombre que puede ser tomado como un vocero de un movimiento, un mero controversialista, o una “parte interesada” en el debate. Segundo, porque su introducción y prefacio fueron escritos por dos obispos diocesanos (uno de ellos, un ex oficial de la Curia Romana que en cualquier momento podría retornar a la Santa Sede). Tercero, porque es publicado por una editorial adjunta a una rama joven y vibrante de la Orden Franciscana, elevada a la categoría “de derecho pontificio” por el mismo Papa Juan Pablo II. La Orden misma tiene entre sus miembros a algunos consumados teólogos (como el Padre Peter Damien Fehlner, FI). Finalmente porque, si los contactos del Sr. Zangrando están en lo correcto y el libro está de hecho en el escritorio del Papa, el Romano Pontífice puede decidir responder positivamente al respetuoso pedido a su autoridad, o al menos preparar el camino para que lo haga su sucesor.


Si los pasajes citados por “The Latin Mass” son una indicación, el libro “Concilio Vaticano II: Una discusión abierta” puede también servir de excelente catalizador para el diálogo entre Roma y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

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Fuente: Rorate Caeli


Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

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2 Comentarios:

Anónimo ha dicho

VER:

NOTICIAS DE LA FSSPX: MONS. DE GALARRETA PRESIDIRÁ LA COMISIÓN TEOLÓGICA EN LAS CONVERSACIONES CON ROMA.

EN:

http://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/

Anónimo ha dicho

Es claro que se necesita una clarifación papal del Concilio Vaticano II a nivel de enciclica, no de discurso.