miércoles, 17 de septiembre de 2008

Crónicas del Congreso sobre Summorum Pontificum

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Summorum Pontificum

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El esperado congreso sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI ha comenzado ayer, en Roma. Pero su tema central, el documento que permitió a todo sacerdote celebrar la Santa Misa según los libros litúrgicos de 1962, fue “reabierto” por el mismo Santo Padre durante su viaje apostólico a Francia. En primer lugar, con las palabras que pronunció en la conferencia de prensa durante el vuelo. Y con renovada fuerza en su encuentro con el episcopado francés cuando afirmó: “Tengo en cuenta las dificultades que encontráis, pero no me cabe la menor duda de que podéis llegar, en un tiempo razonable, a soluciones satisfactorias para todos, para que la túnica inconsútil de Cristo no se desgarre todavía más. Nadie está de más en la Iglesia. Todos, sin excepción, han de poder sentirse en ella “como en su casa”, y nunca rechazados… Por tanto, esforcémonos por ser siempre servidores de la unidad”.

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Esta importante iniciativa comenzó con una inesperada presencia: la del Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, de quien publicamos recientemente una interesante entrevista realizada por Bruno Volpe. En sus palabras iniciales, el purpurado confirmó que la instrucción que la Comisión preparó para la correcta aplicación del Motu Proprio había sido entregada al Santo Padre y que de él dependía la decisión final sobre su publicación.

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La primera exposición estuvo a cargo de la segunda autoridad en Ecclesia Dei, Monseñor Camille Perl. A la espera de tener acceso al texto completo de su intervención, ofrecemos las palabras de las que se han hecho eco los medios italianos: “Un año es poco en la vida de la Iglesia. Por el momento, no hay balances buenos ni malos, y es necesario esperar”. “En Italia, la mayoría de los obispos, con pocas admirables excepciones, ha puesto obstáculos a la aplicación del Motu Proprio. Lo mismo hay que decir de muchos superiores generales que prohíben a sus sacerdotes celebrar la Misa según el Rito antiguo”. “En Alemania, la conferencia episcopal ha publicado una directiva muy burocrática que hace difícil su aplicación”. También habló acerca de la realidad de la escasez de sacerdotes que hace muy difícil la celebración de una nueva Misa en el Rito gregoriano. Del mismo modo, recordó que muchos sacerdotes formados en los últimos años no saben celebrar según la forma extraordinaria y que, en muchos casos, “fueron adoctrinados con una visión precisa: que la antigua liturgia estaba superada”.

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La segunda intervención fue realizada por Monseñor Nicola Bux, consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acerca de “la reforma paciente de Benedicto XVI”. En los micrófonos de Radio Vaticana, Bux afirmó que “la Liturgia es expresión de la comunión con los siglos pasados, con las generaciones de quienes nos han precedido, así como transmitimos esta misma comunión a aquellos que vendrán. Creo que este es, también, el fundamento del Motu Proprio”. “Todos hablamos de pluralismo, ésta es una de las palabras mágicas. Es cierto, nosotros no profesamos en el Credo la Iglesia pluralista sino la Iglesia una pero también católica, y esta palabra significa una inclusión global de las diversas formas de expresión de la fe. Sabemos que la fe no se expresa en un único modo. Todos hemos aprendido que existe Oriente y que expresa su fe en su manera particular. Entonces, ¿de qué nos asombramos?”. El teólogo agregó: “No creo que haya oposición entre las dos formas sino, como dice el Santo Padre, un enriquecimiento. Hay que probar para creer”. Por último, Bux afirmó: “El punto es entender que no hay verdadera innovación quitando la Tradición. Creo que esto lo comprendemos todos. Es necesario eliminar los miedos de que, por ejemplo, se niegue el Concilio Vaticano II, que está absolutamente fuera de discusión. Necesitamos la apertura tanto de quienes tienen esta preocupación como de quienes aman más la tradición, y no podrá sino convertirse en una gran ventaja saludable para los unos y los otros, y principalmente para la Iglesia”.

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Por la tarde, fue el turno del Padre Joseph Kramer, de la Fraternidad de San Pedro, párroco de la parroquia personal de Roma para la Misa gregoriana. Su intervención fue acerca de los “elementos y perspectivas pastorales del Motu Proprio”. Para terminar el día, el Profesor Roberto de Mattei habló sobre el documento de Benedicto XVI como respuesta al proceso de secularización de la sociedad contemporánea. Durante su exposición, cuya traducción publicaremos en los próximos días, afirmó: “Esta liturgia gregoriana, expresada por el Rito romano antiguo, nos recuerda, a través de su silencio, sus genuflexiones y su reverencia, la infinita distancia que separa el cielo de la tierra; nos recuerda que nuestro horizonte no es el terreno sino el celeste; nos recuerda que nada es posible sin sacrificio y que el don de la vida natural y sobrenatural es un misterio. No se trata de poner en competición el Rito antiguo con la nueva Misa, promulgada y autorizada por los últimos Pontífices. Se trata de comprender cómo la restitución de la libertad al antiguo Rito pone una nueva barrera al secularismo que avanza”.

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2 Comentarios:

Anónimo ha dicho

La intervención de S.E. el cardenal Perl refleja la oposición de la jerarquía en dar curso libre al Motu Proprio.
Es muy lamentable.
Es obvio que las protestas de la mayoría de los obispos (salvo los franceses que ni siquiera disimulan su descarado galicanismo y modernismo)de lealtad y amor al Papa no son creíbles.
La Iglesia está en crisis.
Pero, una de las claves de la no aceptación del Motu Proprio, está en que con las excepciones de los miembros de la Comisión Ecclessia Dei, ni el Papa ni su curia celebran la misa tradicional, ni siquiera ocasionalmente ¿Por qué?. Ello sería de gran ayuda para que los fieles percibieran no sólo su grandeza sino también, la necesidad de conocerla, su valor en gracia santificante, y además la desobediencia de sus obispos.
En cualquier caso, si hay sacerdotes valientes, a largo plazo debería la liturgia tridentina imponerse (al menos en su forma pontifical)sobre el novus ordo, ya que a simple vista es superior.
Saludos, Gustavo

Antonio ha dicho

Gustavo:

NUNCA, JAMÁS, puede ser uno de los objetivos de la celebración de la Misa que "los fieles perciban"... "la desobediencia de los obispos".

Para que se realice una verdadera "reforma de la reforma" será muy necesaria la paciencia.
Cuanto más se celebra la Misa dignamente, más "ganamos" todos.
De todas formas, sí es importante que Mons. Perl diga lo que ha dicho.
Esperemos que algunas de las cosas que han sucedido hasta entonces dejen ya de suceder. Esperemos, y recemos por eso.